EL CASTELLANO ES DE TODOS LOS PERUANOS
La realidad nos impone cosas que podemos cambiar, y otras que hay que aceptar y saber aprovechar: como la lengua. ¡Viva el multilingüismo! Pero, también, qué bueno que haya una sola lengua para comunicarnos entre todos.
Chicham ijuntutai nuna pamukjin tajai, yama nagkamkun. Aunjai kakagma chichamen awajun chichamai, nugken ayamjuku ainawai manitkag yakat Baguanum. Nunui jakau ainawai policía, colonos, awajun ainau, ujumkechuitji jutik awajuntik, antes, ikamia antes, ujumkechui.
Ina nugke tepaja nuna pamukji chicham antushtainum ikamia aentsun jikiuwai chicham apakmaun duka utugchatan awajunin nuintu wampisan egatun, imasenchi nayantsanmaya aentsun jetenjaun. Utugchatan itau aina duka agkan matsatui, nunie utugchat aputusmau ainawai ikamia aents aina duka, nunu utugchat aputusmau aina duka ajakui muun Santiago Manui, akajujai tukuam asauwai chicham iwagtan egak bandera pujun takuttaman.
Con toda seguridad, muy pocos entendieron lo que dice más arriba, tampoco el señor primer ministro Guido Bellido. Voy a traducirlo, entonces:
Me dirijo al señor presidente del Consejo de Ministros, en primer lugar. Le hablo en la lengua de los bravos awajún, que defendieron su territorio en las movilizaciones pacíficas que culminaron con la masacre de Bagua. Allí murieron policías, colonos y muchos indígenas, no solo unos cuantos.
Un gobierno criminal que no entendía a los pueblos amazónicos dictó leyes que amenazaban a los pueblos awajún y wampís para favorecer a extranjeros. Los responsables de esos actos siguen en libertad, mientras que se llevó a juicio a los dirigentes indígenas, entre ellos al siempre recordado Santiago Manuin, que recibió balas mientras portaba una bandera blanca de paz.
El quechua es una lengua importante en el Perú, pero no es la única. El Perú es un país con diversidad de lenguas. Y todas son importantes. Cada lengua expresa a los muchos pueblos que conforman al Perú.
El Perú fue invento colonial
Pero, el Perú como ente político es un invento colonial. Se habla del “antiguo Perú” pero eso nunca existió. Lo que hubo fue muchos pueblos, algunos que terminaron anexados al Tahuantinsuyu, y otros – sobre todo los amazónicos – que no eran parte de esa entidad política la que, a su vez, había subsumido a otras formaciones políticas previas, en costa y sierra.
El famoso Felipillo al que hizo mención el presidente de la república en su discurso de asunción de mando era, dicho en términos contemporáneos, un patriota tallán que se rebelaba contra el inca, aunque para mala suerte suya, se equivocó a la hora de escoger aliados: los invasores europeos fueron peores para su pueblo que aquel inca.
El castellano es la lengua que trajo aquel invasor, es verdad, y lo impuso por la fuerza en toda la extensión del Tahuantinsuyu, y luego se fue expandiendo más hasta llegar a la Amazonía, en tierras que jamás fueron holladas por los quechuas cusqueños.
La república se instaló y consolidó sobre esa demarcación geográfica colonial, con nuevas costumbres y religión predominante, también una lengua: el castellano. Y, además - muy importante - depredación del territorio para exportar riquezas (pero este último ya es otro tema: volveremos).
Y es así que con el paso del tiempo – como decía el Amauta José María Arguedas – nos lo hemos apropiado. A ese castellano castizo que llegó con espadas e imposiciones de todo tipo, incluyendo el inicio de la devastación del suelo, le hemos agregado nuestra historia y nuestros modos, le hemos quitado significantes sin sentido para nosotros, y hemos agregado aportes de muchas lenguas originarias, además.
Un idioma para todos y varios idiomas para millones
Y ahora ese castellano es otro, es peruano, no es la lengua que vino, sino otra, propia, y es la lengua que reúne a todos los peruanos de todos los rincones del país, y a su diversidad de lenguas y costumbres.
Hay en el Perú, 48 lenguas originarias. De estas, 44 son amazónicas y 4 son andinas. Todas son idiomas del Perú. Todas son oficiales, y de uso obligado allí donde son predominantes. Pero solo una nos comunica a todos: nuestro castellano propio.
Si digo: “En ese choclón solo cachueleaban, lo que terminó ajochando a todos porque andaban misios. Eso acabó con palta, fue combo de unos a otros.” Nadie me entiende fuera de nuestras fronteras. Y es castellano del Perú. No debiéramos estar esperando a que una institución extranjera nos dé la bendición aprobando las palabras que brotan de nuestra historia cotidiana. Y que nos enriquecen.
Bienvenida la enseñanza del quechua, del aymara, pero también del awajún, del ashéninka, del quichua, del shipibo, etc. Que, en cada lugar, y por supuesto que también en el Congreso de la República y en toda dependencia del gobierno central, se dé prioridad a todas las lenguas del país. Al mismo nivel que el castellano.
Avisar por un traductor, que debe estar a la mano, es lo menos que se puede pedir, sin embargo, y debe haberlo.