¡PAATRIA, PAATRIA! ¡ROOJA...! ¿ROTA?
De cómo los tiempos hablan mejor que los manuales y de que hay quienes – también en un partido político monolítico como Patria Roja – quieren ir más allá de los estrechos intereses de pocos.
Todo tiene su final
Desde hace poco más de un año, la juventud de Patria Roja está disciplinadamente disgustada, pero igual, disgustada. Conformada como una instancia aparte, ligada al partido pero con una lógica institucional propia, se encuentra bloqueada en su desarrollo por la imposición de maniobras de su no renovable secretario general Arturo Ayala, en alianza con los ex dirigentes de la misma JC-PR, Carlos Cárdenas y José Novoa. Y claro, porque en el partido respaldan eso.
El debate que se da en esa organización política es ideológico, de perspectivas, hasta organizativo, pero se enfrenta a un muro de prohibiciones, interdicciones y bloqueos que emanan de una generación intermedia forjada como burocracia bien remunerada y que no conoce nada que no sea los muros del local partidario o, los más afortunados, los sillones de la Derrama Magisterial donde laboran diligentes, pero también dobleteando para cumplir las labores partidarias.
Esa costra burocrática, que si Patria Roja hubiera llegado al poder sería parte de una nomenklatura criolla, gira en torno a Lourdes Bruckman, antigua, ya sesentona, integrante del Buró Político del Comité Central.
Desde esos antros a donde el sol llega solo por ratos, se decide en qué campañas participar y se decreta, por ejemplo, que movilizarse contra el maltrato a las mujeres y el feminicidio, no es para comunistas. Y ya sabemos, entonces, por qué vimos a tan pocos de Patria Roja en las marchas por #NiUnaMenos. Ni los veremos marchando por la legalización de la marihuana, el aborto, el matrimonio igualitario, todos asuntos tan burgueses, digo. Que no son la revolución, pero tampoco para la excomunión, pues.
Expertos en el arte de la mecedora, esas dirigencias han convocado a las de las juventudes a reuniones con el mismo Alberto Moreno, cabeza vitalicia y fundador del partido, para organizar el pendiente IV Congreso de la Juventud Comunista. Han renovado promesas de fechas prontas y hasta se ha elaborado documentos, incluso con intelectual benevolencia ante las ideas frescas.
Y luego nada. Van dos años de atraso y no hay Congreso, y el camarada Arturo sigue en el cargo de secretario general, quizá hasta que termine una maestría que lo tiene ocupado.
Luis Gárate, uno de los más lúcidos renovadores en Patria Roja expresa con claridad varias claves del disenso, en la propia web del partido: “Creo que Patria Roja tiene el inmenso valor de haber mantenido su estructura y su presencia política, a pesar de todas las adversidades. Pero eso no es suficiente para ser factor de cambio y alternativa de gobierno y poder. (…) nuestra estructura es bastante rígida (…) Ya no contamos con la clase obrera de antaño, hay nuevos sectores del proletariado; del empresariado “emprendedor” que forman una suerte de pequeña burguesía ‘emergente’; de sectores lumpenizados a través de economías informales, de amplias capas juveniles universitarias y otros tantos que no estudian e incluso no trabajan. El Perú ahora es un país con mucha mayor capacidad de consumo, con más peruanos con acceso al sistema crediticio, y con mucho más gente interconectada y metida en el mundo virtual y en los smartphones. Esto requiere por lo tanto de una lectura audaz, así como de medidas audaces para salir de ese atolladero. Un partido renovado, no solo en el discurso sino también en prácticas y liderazgos, es la única manera de afrontar los retos de este nuevo país.” Y no se oye, padre.
Tenemos que recordar que no existe eternidad
Es que el problema desborda lo que pareciera un debate entre dirigentes de la juventud y la cúpula eterna. Los jóvenes denuncian airados que se ha boicoteado al comité partidario de la Universidad de San Marcos al que se hostiliza, se le desconoce y divide; que se actúa de la misma manera con el importante comité de Comas que actúa bajo presión constante; que se ha desconocido el congreso de las juventudes de Lima Sur – obviamente por aprobar resoluciones que hacen jalarse de los pelos a los inquisidores – luego de que se le apoyara: es decir 'te apoyo si haces lo que te digo'.
Por otro lado, y contra la imagen de fortaleza organizativa que presenta Patria Roja, la concentración burocrática centralista ha provocado, más bien, el abandono de las bases en el resto de las regiones. Esta observación de parte de la mayoría de las juventudes del partido, es otro de los motivos para que les caiga la excomunión.
Excomunión de hecho ante tanta herejía: porque a la dirigente Victoria de Sotomayor la expulsaron del partido, y no ha sido el único caso. Además que la lista en la picota ya incluye a militantes como Luis Galarreta, Marco Sipán, Carlos Castañeda, Jaime Laos, Romina Rivera, al mismo Luis Gárate… varios otros.
Pero lo que no esperaban los guardianes de la verdad única, y el negocio redondo, es que los cachorros se afirmaran más. Y así, la resolución de expulsión de Victoria – importante joven militante que aportó mucho, sobre todo en la Municipalidad de Lima – ha sido literalmente quemada como quemó Lutero la bula papal, y en las narices de los inquisidores. Nulo el veredicto: Victoria sigue siendo camarada.
Si no me quieres dímelo ahora
Todo debiera solucionarse en un IV Congreso de la Juventud de Patria Roja. El congreso de la reconciliación de todos los comunistas – de los de PR, al menos – en un espacio fraterno de debate abierto, limpio. Donde el diagnóstico de la Historia viva oriente la táctica y la estrategia, y reconozca a los nuevos protagonistas sociales – donde, sin embargo y que se me perdone el sesgo, no aparecen los ecologistas populares – y sean estos invitados al espacio de lucha en ese común anhelo comunista que embarga a, supuestamente, todos.
Pero, como ya vimos, el congreso cuenta pétalos de angustia, de aburrimiento y de nostalgia por el amor perdido. Nada a la vista. Al menos si lo dejan en manos de los camaradas Moreno, Bruckman, y todos los asientos mullidos del buró político ocupados en la economía y las maniobras del bullicio sindical.
¿Cómo salir del entrampamiento? Ya la partida de las huestes de Gregorio Santos debilitó a sectores del partido y, claro, también de la juventud. La disputa por el control de la dirección de la JC deviene en una crisis que, además, no carecería de rebotes en la misma organización matriz: el PC del P – Patria Roja. Allí, en la casa mayor, donde los muertos vivientes se han predestinado para la eternidad. ¿Alguien sueña acaso, por ahora, con que Rolando Breña o Barrera Bazán o Bruckman dejen alguna vez de estar al frente de aquello? Moreno, por su lado, es un ícono sin carisma pero intocable, hábil titiritero, con aportes que han permitido que el único partido verdadero de la vieja izquierda exista. Sin legalidad, pero con toda la legitimidad del mundo (¡aprendan verolovers!).
Y sin embargo, el mundo se mueve. Y es hora de que se note, dicen los jóvenes comunistas de Patria Roja.
Y va a llegar un demonio autómico
En fin, si del IV Congreso de la Juventud de PC-PR se trata, lo que se viene es que habrá congreso sí o sí. Aunque les dé soponcio a las tías y los tíos de la roñosa burocracia que sin el partido deja de ser, pero que si deja de ser – y es lo que más les aterra – el partido seguiría siendo.
Y aquí va un consejo, que aunque sea de un conejo, se toma. Muchos escuchan “Patria Roja” y lo asocian no con terrorismo (eso los idiotas) sino que, no sé si peor, con corrupción, con mañoserías, con nada que decir, con aparataje puro. La verdad, la verdad, ese es un justificado prejuicio. Y eso nace, obviamente, por pasar años encerrados rezando el mismo rosario, pasmados en los mismos rituales intocables y que van perdiendo sentido, confiados en la suma de los dineros que permiten una organización sólida pero, a la larga, sin rumbo, detenida en el tiempo.
A Patria Roja se le ha aparecido la virgen con una juventud creativa, insolente y dúctil a los tiempos que corren. Que hará su congreso, aunque a R2-D2 le digan que no los deje, y recorra el país hasta cumplir sus bodas de plata como secretario general de otra JC de cuatro gatos que ya nadie va a conocer.
¿Y entonces, que hará el Partido Comunista del Perú – Patria Roja? ¿Desconocer el IV Congreso de la Juventud Comunista? O... ¡crack!
Oigo una voz que me dice
Los tiempos de renovación tocan trompetas hace rato. Y también para la izquierda peruana. O escuchas o mueres. Va concluyendo Lavoe “echa palante cobarde”, que para esto también se necesita cortar con mucho. Quizá la sociedad anónima en que se convirtió Patria Roja ya no pueda con sus huesos. Quizá, quizá, a como sea renazca esa idea de los comunistas para debatir en serio.
Pero para que algo nuevo nazca, las leyes de la naturaleza dicen que algo debe de morir. Como todo en la naturaleza, la podredumbre es el laboratorio de la vida.
Escrito por
Activista ecologista, firme contra cambio climático y depredación, periodista, educador, militante por el Buen Vivir
Publicado en
Blog de David Roca Basadre, activista ecologista, periodista, educador, militante por el Buen Vivir, no violento.